Producción industrial en terreno negativo tras caer un 3,5% en agosto

• La producción industrial en España cayó un 3,5% en agosto de 2024, un descenso interanual que marca el peor retroceso desde junio.
• La mayor caída se produjo en los bienes de equipo, con un descenso del 7,8%, mientras que los bienes de consumo duradero fueron los únicos que crecieron, con un incremento del 0,4%.
• A nivel mensual, la producción industrial ajustada estacionalmente cayó un 0,1%, ligeramente mejor que la caída del 0,4% registrada en julio.

En agosto de 2024, la producción industrial española sufrió una caída del 3,5% en comparación con el mismo mes del año anterior, según los últimos datos publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).

Este descenso pone fin a la recuperación registrada en julio, cuando la producción industrial creció un 4,6%, y marca el mayor retroceso desde junio de este año, cuando se registró una caída del 4,2%.

Desglose sectorial: caídas significativas en casi todos los sectores

El comportamiento negativo de agosto se debe principalmente a la caída generalizada en casi todos los sectores industriales, salvo en los bienes de consumo duradero, que registraron un leve incremento del 0,4%.

Entre los sectores más afectados destacan los bienes de equipo, que sufrieron un desplome del 7,8%, seguidos de los bienes de consumo no duradero, que cayeron un 4,7%.

Otros sectores como la energía y los bienes intermedios también experimentaron descensos, del 1,9% y 1,2% respectivamente.

El desplome de los bienes de equipo es especialmente alarmante, ya que este sector es clave para la inversión a largo plazo en tecnología y maquinaria, fundamentales para la modernización y eficiencia de la industria.

La caída del 7,8% es un indicador claro de la desaceleración de la inversión empresarial en medio de un contexto económico incierto, marcado por el aumento de los costes energéticos y la ralentización de la demanda externa.

Comparación ajustada por estacionalidad

Corregido de los efectos estacionales y de calendario, el descenso de la producción industrial fue menos pronunciado, con una caída del 0,1% en comparación con agosto de 2023.

Aunque esta cifra es superior a la de julio, cuando se registró un descenso del 0,4%, sigue reflejando una debilidad en el sector.

En términos mensuales, la producción industrial ajustada descendió un 0,1% en agosto en comparación con julio, mejorando ligeramente frente a la caída del 0,4% observada el mes anterior.

Esta moderación en el ritmo de caída sugiere que la industria se está estabilizando, aunque aún persisten riesgos significativos.

Factores que impulsan el retroceso

Los expertos coinciden en que varios factores están detrás de esta contracción. La inflación persistente, los elevados costes energéticos y la incertidumbre económica a nivel global están impactando negativamente en la industria manufacturera española.

A esto se suma la desaceleración en la demanda externa, especialmente en los mercados europeos, que son clave para las exportaciones industriales del país.

El aumento en los precios de la energía, que afecta a sectores intensivos en su uso, como el de los bienes intermedios y la producción de energía, ha sido un factor determinante.

La caída del 1,9% en la producción energética refleja la dificultad que enfrenta este sector para mantenerse competitivo en medio de la escalada de precios de las materias primas.

Perspectivas futuras: ¿Qué esperar para el resto del año?

De cara al futuro, los analistas advierten que es probable que el sector industrial continúe enfrentando dificultades si no hay un alivio en los precios de la energía y si la demanda externa no repunta.

La incertidumbre global, las tensiones geopolíticas y las persistentes presiones inflacionarias podrían seguir pesando sobre la industria española.

Sin embargo, algunos economistas creen que las políticas gubernamentales de estímulo y las posibles medidas de apoyo a las empresas industriales podrían ayudar a mitigar estos efectos, aunque el margen de maniobra sigue siendo limitado.

Todo dependerá de cómo evolucionen las condiciones económicas tanto a nivel interno como global en los próximos meses. La caída del 3,5% en la producción industrial española durante agosto refleja un retroceso significativo para el sector, que vuelve a terreno negativo tras el crecimiento registrado en julio.

Aunque algunos sectores, como los bienes de consumo duradero, mostraron una ligera recuperación, la caída generalizada sugiere que la industria sigue siendo vulnerable a los shocks externos, especialmente en lo que respecta a los costes energéticos y la demanda internacional.

La moderación en el ritmo de caída mensual, con un descenso del 0,1%, ofrece una pequeña esperanza de estabilización, pero los desafíos siguen siendo considerables.

¿Cómo afectará esta caída a la economía española a largo plazo?

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