Esperanza de vida en España: ¿Cómo afecta a la economía?

• Aumentó la esperanza de vida en España a 84 años.
• Los españoles viven 2,5 años más que el ciudadano europeo medio.
• Para 2035 se estima que las mujeres vivan hasta los 87,7 años y los hombres 83,2 años.

La esperanza de vida, un indicador clave del bienestar social, ha experimentado un aumento significativo en España. Sin embargo, detrás de esta cifra promedio se esconde una realidad más compleja.

En promedio, los españoles viven 2,5 años más que el ciudadano europeo medio. Alcanzando los 84 años de vida, de acuerdo con las cifras más actuales de Eurostat, publicadas a finales del 2023. Seguido por Italia, como el segundo país con mayor longevidad de Europa, con 83,8 años y Malta con un promedio de 83,6 años.

También es significativo para España que, las mujeres viven en promedio, 5,5 años más que los hombres. Alcanzando una esperanza de vida de 86,7 años frente a los 81,2 años de ellos. Este aumento en la esperanza de vida tiene implicaciones significativas para la economía del país.

¿Por qué se habla de un aumento en la esperanza de vida?

España ha registrado un aumento progresivo en su esperanza de vida, situándose en 84 años en 2023, según Eurostat. Este dato refleja un crecimiento sostenido en comparación con años anteriores, aun cuando el aumento anual ha sido moderado.

En 2022, la esperanza de vida alcanzó los 83,08 años, considerando que dos años antes, en 2020, la cifra se situaba en 82,28. Este incremento en la esperanza de vida se debe a varios factores, incluyendo mejoras en el sistema de salud, una mayor conciencia sobre la importancia de un estilo de vida saludable y avances en tratamientos médicos.

Hace una década, en 2014, los números se situaban en 82,91 años. Por un lado, la esperanza de vida femenina era de 85,63 años, superando en más de cinco años a la masculina, que se situaba en 80,10 años.

Dado el aumento gradual y constante observado hasta ahora, se proyecta que la esperanza de vida siga creciendo. Con proyecciones que sugieren que para 2035, se podría alcanzar los 87,7 años para las mujeres y 83,2 años para los hombres.

Impacto en la economía de la esperanza de vida

Como indicador clave que refleja la salud y el bienestar de una población, el aumento de la esperanza de vida, tiene profundas implicaciones económicas.

En el caso de España, este fenómeno no solo refleja avances en la atención sanitaria y en el estilo de vida, sino que también plantea desafíos significativos para el sistema económico y social del país.

• Aumento de la población envejecida

El incremento en la esperanza de vida contribuye al envejecimiento de la población. Esto implica un aumento en la proporción de personas mayores, que puede ejercer presión sobre los servicios sociales.

• Sostenibilidad del sistema de pensiones

Con más personas viviendo más tiempo, la sostenibilidad del sistema de pensiones se ve comprometida. La relación entre trabajadores activos y jubilados se reduce, lo que puede llevar a un aumento en las contribuciones necesarias para mantener el sistema, o a recortes en las prestaciones.

• Gastos en salud

La longevidad también está asociada con un aumento en los gastos de salud. A medida que las personas envejecen, es probable que requieran más atención médica, lo que puede incrementar la carga sobre el sistema sanitario y los recursos públicos. Esto requiere una planificación adecuada para financiar estos servicios de salud.

• Mercado laboral

La mayor esperanza de vida también puede influir en el mercado laboral. A medida que las personas viven más y son más saludables en la vejez, podrían optar por trabajar más años, lo que podría ayudar a mitigar algunos de los problemas relacionados con el envejecimiento de la población.

Sin embargo, también puede haber desafíos en la adaptación de los trabajadores mayores a nuevas tecnologías y cambios en el entorno laboral. Así como, reducir las oportunidades laborales para las nuevas generaciones.

• Consumo y ahorro

Las personas pueden necesitar ahorrar más para financiar una jubilación más larga, lo que puede influir en el ahorro nacional y en la inversión en el país. Además, el consumo puede cambiar, con una mayor demanda de productos y servicios dirigidos a la población mayor.

• Alteración de los patrones de consumo

Los adultos mayores suelen tener patrones de consumo diferentes a los jóvenes, lo que puede afectar a la demanda de bienes y servicios. Incluyendo alimentos saludables, productos farmacéuticos y servicios de cuidado personal.

Sin duda, a medida que la población envejece, se generan nuevas dinámicas en el mercado laboral, el sistema de pensiones y los gastos en salud. Lo que requiere una adaptación y planificación cuidadosa por parte de las instituciones.