Con un 2,9% de crecimiento proyectado, Fitch da a España una perspectiva positiva para 2024

• Fitch mantiene la calificación de España en ‘A-‘ y eleva la perspectiva a positiva debido a factores estructurales que aumentan el potencial de crecimiento del PIB.
• Proyección de crecimiento del PIB: 2,9% en 2024 y un promedio del 2,2% en 2025-2026, por encima de la media de la eurozona.
• Reducción de la deuda pública: Se espera una disminución gradual hasta el 101,2% del PIB en 2027, aunque sigue siendo alta en comparación con otros países europeos.

La agencia de calificación crediticia Fitch Ratings ha anunciado que mantendrá la nota de España en ‘A-‘, pero ha mejorado su perspectiva de estable a positiva.

Esta actualización refleja una serie de mejoras estructurales que posicionan a España con una resiliencia mayor ante crisis y eventos económicos adversos. En el contexto económico europeo, esta actualización resulta significativa y destaca a España en varios aspectos clave.

Crecimiento económico y mercado laboral

Uno de los datos destacados de Fitch es su proyección de un crecimiento del PIB real de 2,9% en 2024. Esto posiciona a España por encima del promedio de la eurozona, que se espera sea del 1,5%.

Este crecimiento se ve favorecido por la migración neta positiva y la competitividad mejorada en el mercado laboral, lo que sitúa a España en una posición favorable en el horizonte de previsión. Además, el potencial de crecimiento de España se ha revisado al alza, colocándolo en un cerca del 2% anual para el período 2024-2028.

Estos datos son relevantes en un contexto de moderación económica global y refuerzan la posición de España como un país atractivo para la inversión extranjera y el crecimiento sostenido.

Asimismo, se resalta el papel de la mano de obra extranjera en la expansión de la población en edad laboral en España, que se proyecta que crezca al doble de la tasa de otros países europeos de mayor tamaño, lo cual es vital para compensar la disminución demográfica interna.

En comparación con economías como la francesa o italiana, donde la mano de obra extranjera tiene un impacto más limitado, España sobresale como un ejemplo de integración laboral efectiva.

Reducción de la deuda pública

La deuda pública en España alcanzó un pico del 119,3% del PIB en 2020 debido a la pandemia, pero desde entonces se ha reducido, situándose en un 105,1% en 2023.

Fitch proyecta que, bajo el marco del Plan Fiscal y Estructural de Medio Plazo (PMMP 2025-2028), la deuda podría disminuir de manera gradual, alcanzando un 101,2% del PIB en 2027.

Aunque esta cifra sigue siendo considerablemente alta en comparación con la mediana de deuda de países con calificación ‘A’ (49,6%) y está detrás solo de Grecia, Italia y Francia en la eurozona, refleja un avance significativo hacia una mayor sostenibilidad fiscal.

Este descenso se debe, en gran medida, a una mejor administración fiscal y a las medidas adoptadas para fortalecer la economía tras los efectos de la pandemia. Sin embargo, Fitch ha advertido sobre la visibilidad limitada en cuanto a medidas de consolidación fiscal específicas, lo que podría afectar la velocidad de esta reducción.

Desafíos políticos y su impacto económico

Fitch también ha mencionado la inestabilidad política en España como un factor que puede obstaculizar el avance en algunas áreas clave, especialmente en la implementación de políticas estructurales y en los presupuestos.

La estructura gubernamental descentralizada y la dependencia del gobierno actual en partidos separatistas aumentan los riesgos de fragmentación, lo cual puede afectar no solo la gobernabilidad sino también la asignación de fondos cruciales de la Unión Europea (UE), que España requiere para financiar reformas estructurales.

Por ejemplo, las discusiones sobre los presupuestos de 2024 y 2025 se han visto afectadas, generando incertidumbre sobre la ejecución efectiva de políticas fiscales y económicas. Fitch señala que la política económica podría deteriorarse si las tensiones políticas internas aumentan, lo cual afectaría negativamente la perspectiva fiscal a largo plazo.

La mejora en la calificación de Fitch subraya el progreso que ha realizado España en términos de competitividad, reducción de deuda y expansión del mercado laboral. No obstante, los desafíos persisten en la forma de estabilidad política y consolidación fiscal, áreas en las que España debe seguir avanzando para consolidar su resiliencia y competitividad en el contexto europeo.

A medida que el país continúa su camino hacia una estructura fiscal y económica más sólida, los inversores estarán atentos a las decisiones del gobierno y a la estabilidad del panorama político.

Estas decisiones serán fundamentales para mantener la confianza en la economía española y cumplir las metas de crecimiento y reducción de deuda proyectadas.

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